Pekín, 7 dic
El Gobierno chino publicó hoy un "libro blanco" sobre al comercio exterior del país, coincidiendo con la celebración esta semana del décimo aniversario de su ingreso en la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el que hizo balance positivo de la década y prometió continuar su apertura comercial.
"La entrada del país en la OMC llevó el proceso de apertura económica a una nueva etapa", subrayó el documento, presentado en rueda de prensa y destacó la liberalización y progresiva entrada de firmas extranjeras en el comercio con la segunda economía mundial.
Para ello, subrayó, han sido cruciales medidas tales como la reducción de tarifas, que según calcula el documento ha sido de un 9,8 por ciento como media en la década.
En estos diez años -en los que el país no ha conseguido el estatus de economía de mercado por parte de sus principales socios comerciales, la UE y EEUU- China se ha convertido en el mayor exportador mundial.
El documento destaca como grandes hitos en estos años la creación junto a los países del sureste asiático (ASEAN) de la mayor zona de libre comercio del mundo.
O la firma de tratados de libre comercio con Chile, Perú, Costa Rica, Pakistán, Singapur, Nueva Zelanda y Taiwán, que, sumados a la zona libre de tasas con la ASEAN, representan para China la cuarta parte de sus importaciones y exportaciones (es decir, 782.600 millones de dólares en 2010).
El documento reconoce que si bien China arrebató a Alemania en 2009 el honor de ser el mayor exportador mundial, esas ventas al exterior tienen problemas estructurales, ya que "están principalmente enfocadas en actividades de bajo valor añadido", con fuertes costes medioambientales y energéticos.
Destaca no obstante el fuerte aumento que el comercio exterior chino ha registrado comparado con el de todo el planeta (de entre un 15 por ciento, frente al 3 por ciento mundial), por lo que se atreve a concluir que los intercambios de China "han contribuido significativamente al crecimiento económico mundial".
Recuerda que China es ya el principal comprador de las exportaciones procedentes de Japón, Corea del Sur, Australia, los países de la ASEAN, Brasil y Sudáfrica, el segundo de la UE, y el tercero de EEUU y la India.
Los principales problemas que la comunidad internacional achaca al potente comercio exterior chino -el fuerte superávit con los países desarrollados, los problemas de seguridad alimentaria y las violaciones de derechos de autor- también se trataron en el documento.
Respecto al superávit, Pekín mantiene que podría reducirse si países como EEUU redujeran las restricciones a la exportación de alta tecnología a China, y subraya que las cifras llevan a confusión pues mucho de ese balance positivo para el país asiático llega en realidad de firmas de países desarrollados que ensamblan o producen parcialmente en territorio chino.
En cuanto a la calidad de los productos, el libro blanco asegura que está "constantemente mejorando" y en 2010 sólo un 0,14 por ciento de las exportaciones fueron consideradas por debajo de los estándares por las aduanas.
Sobre la protección de derechos de autor, el documento asegura que se trata de una cuestión urgente que el país debe tener muy en cuenta para su desarrollo económico sostenible "y convertirse en un país innovador".
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